El Shelby Mustang GT500 Super Snake pick-up americana por excelencia. Como puedes observar, la picadura de la cobra es profunda, con un exterior totalmente modificado.
Un color rojo fuego se conjuga con franjas longitudinales de color negro. Del Mustang Super Snake también hereda un capó de fibra de vidrio marcado con tomas de aire o las llantas Alcoa de diseño multirradio, que crecen hasta las 22 pulgadas.
El splitter delantero o los conductos que llevan aire para refrigerar el equipo de frenos son de fibra de carbono. Hablando del equipo de freno, lleva discos perforados con pinzas Shelby/Baer de hasta seis pistones en el eje delantero.
Bajo el capó nos encontramos el típico 5.4 V8 de poco más de 300 CV de las Ford F-Series, sólo que bastante tocado. Un compresor Whipple eleva la potencia hasta 475 CV y un escape Borla hace que el ocho cilindros resuene profundamente en cuanto se hunda el pedal derecho.
Para mejorar la dinámica se instala una suspensión DJM, 6 cm más cercana al suelo. Aún así, todo parece indicar que el eje trasero sigue siendo rígido y emplea ballestas para absorber los baches, no hablamos de un deportivo.
